2 Corintios 5 - La Biblia Textual

Libro de 2 Corintios
Capitulos:

12345678910111213

1 - Porque sabemos que si nuestra casa terrenal, este tabernáculo, fuera destruida, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha por manos, eterna, en los cielos.

2 - Y estando así gemimos, anhelando ser revestidos de nuestra habitación celestial,

3 - pues así, aunque desvestidos, no seremos hallados desnudos.

4 - Porque los que aún estamos en este tabernáculo, gemimos con angustia, por cuanto no queremos ser desvestidos, sino revestidos, para que lo mortal sea absorbido por la vida.

5 - Y el que nos destinó a eso mismo es Dios; quien nos dio las arras del Espíritu.

6 - Así que, estamos confiados siempre, sabiendo que estando presentes en el cuerpo, estamos ausentes del Señor

7 - (porque vivimos por fe, no por vista);

8 - pero estamos confiados, aunque más preferimos salir del cuerpo y estar junto al Señor.

9 - Por lo cual también procuramos, ya presentes, o ausentes, serle agradables,

10 - porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno recoja lo que practicó estando en el cuerpo, sea bueno o malo.

11 - Conociendo pues el temor del Señor, persuadimos a los hombres. Ante Dios hemos sido hechos manifiestos, y espero que también ante vuestras conciencias sea manifiesto.

12 - No nos recomendamos otra vez a vosotros, sino que os damos ocasión de que vosotros os gloriéis por nosotros, para que tengáis qué responder a los que se glorían en la apariencia, y no en el corazón.

13 - Porque si estamos locos, es para Dios; y si estamos cuerdos, es para vosotros.

14 - Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si Uno murió por todos, entonces todos murieron;

15 - y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para Aquél que murió y resucitó por ellos.

16 - De manera que nosotros, de aquí en adelante, a nadie conocemos según la carne; y si aun al Mesías conocimos según la carne, ya no lo conocemos así.

17 - De modo que si alguno es nueva criatura en Cristo, las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas.

18 - Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos confió el ministerio de la reconciliación:

19 - Esto es, que Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo, no tomándoles en cuenta sus pecados, y puso en nosotros la palabra de la reconciliación.

20 - Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogara por medio de nosotros: ¡Rogamos en nombre de Cristo, reconciliaos con Dios!

21 - Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros llegáramos a ser justicia de Dios en Él.